La moda me chifla, te chifla, nos chifla

En este momento, en que la comunicación es el arma más poderosa de transmisión de los nuevos cánones, la moda cobra una importancia que va más allá de la simple vestimenta. 
Lejos de quedarse ahí, traspasa los ámbitos habituales y cala hondo en las diferentes disciplinas, abarcando aspectos de nuestro entorno que nunca hubiéramos imaginado.

Pensad simplemente en cómo eran las tartas nupciales hace tan solo 40 años y cómo son ahora. 

La moda se ve actualmente en una necesidad tremenda de reinterpretarse con rapidez, y eso incluye, no solo a la ropa, sino a la decoración, al calzado, complementos y a los eventos, a la arquitectura, al Arte, a los automóviles 

Todo se ve englobado en un mismo estilo, y dentro de esa globalidad, desmenuzado y enfocado a los diferentes estilos de vida, tribus, etnias e ideologías.

Las modas se segmentan, pero engloban tendencias.  

La moda actualmente no solo evoluciona en sus principios fundamentales, como el de la sostenibilidad, sino que recopila y reinventa todo su histórico. Lo vemos en las diferentes tendencias, años ochenta, años veinte, estilo industrial, Art Decó…ejemplos de presencia de la historia de la moda, en la moda actual. 

Pero mi idea es que entendamos que la moda está en todo nuestro entorno, y todo ese entorno se impregna instantáneamente de esa tendencia, ya sea un coche, una casa o un vestido.

Es curioso, el caso de las bodas, que es el que nos ocupa. Una boda, puede ser clásica hasta decir basta, o rockera, o boho, o hippy, o gótica, según sean sus protagonistas, y en función de sus preferencias, así será todo lo que les rodea, no solo ese día, sino probablemente todo su entorno de vida. 

La moda nos identifica socialmente, nos clasifica y nos divierte, es el reflejo de nuestra personalidad lo que nos hace diferentes, cada persona reinterpreta las tendencias a su manera, y ahí es donde está el encanto, no hay casa igual a otra aunque sea del mismo estilo, y dos mujeres, aunque lleven el mismo vestido, nunca serán iguales. 

Pero sí son iguales sus gustos y las influencias que han recibido de la moda.

Las denominadas Tribus Urbanas marcan la pauta de diferenciación en moda, en estilo de vida, en ideología y preferencias. 

La moda quiere salir al público y necesita espectadores; 

                                               la moda ‘a escondidas’ no existe. Tiene lugar un continuo cambio de 

                                               papeles entre los actores y los espectadores, que se enmarca en una 

                                               interminable interacción de rivalidad”.  

                                                           (El Baile, Abraham Bosse) 

¿Cómo sería mi boda ahora? 

Probablemente, en una playa, con un maravilloso traje de encaje ligero, con una corona de flores de buganvilla, delante de un precioso mar azul, rodeada de velas y jazmineros, con sillas de mimbre blancas en el patio de una casita encalada. 

Mi ramo de novia sería silvestre, y el banquete en grandes mesas compartidas, 

Con productos de mi tierra y con música de Bossa Nova. 

Ahora imagínate la tuya… y disfruta. 

Isabel Planelles 

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